Es importante recordar que una cosa es tomarse con optimismo la vida, los retos, tener una capacidad apreciativa de mirar las bellezas, las potencialidades, los pequeños pasos y avances que hagamos…
Pero el «positivismo» no puede anular nuestra capacidad de análisis personal, organizacional y estructural, porque esa ceguera se convertirá en nuestro peor enemigo, además de seguro errar en nuestro camino propuesto.
De lo más interesante este recorrido histórico y critico con respecto a la construcción del pensamiento positivo.